Los sensores de rayos X no solo pueden ser útiles en el caso de superficies brutas de aserradero o sucias, sino también en el caso de tipos de madera con grandes variaciones de color. Su ventaja reside principalmente en la capacidad de detección de defectos locales internos, basada en las variaciones de la densidad. Debido a su mayor densidad, los nudos, por ejemplo, se detectan sin ningún problema - con independencia de las propiedades superficiales. La suciedad, el polvo, grasa, manchas de agua etc. ya no representan un problema para la detección de los nudos. Adicionalmente los rayos X también se pueden aplicar para la clasificación por resistencia.