La fuerza de las montañas

Peter Prader

La empresa Alois Prader GmbH opta por la calidad y renuncia a los negocios rápidos con la madera. La tecnología de fabricación moderna y personalizada compensa la desventaja del emplazamiento.

En el hermoso valle de Funes, la patria del escalador Reinhold Messner, se encuentra el domicilio de la empresa Prader. Lo que alegra a los turistas, es un sufrimiento para quienes mecanizan la madera: «La madera de la montaña necesita casi el doble del tiempo para crecer que la madera de los llanos y se pierde entre todas las maderas convertidas en productos en masa», comenta el gerente, Peter Prader, desfogando su enojo. Para salir vencedora, la empresa Prader invirtió en tecnología de fabricación. Su objetivo es aumentar el valor añadido con una excelente calidad y una gran variedad de productos y garantizar tiempos de entrega cortísimos. El corazón de la instalación consta de dos cepilladoras automáticas de Weinig. Mientras que la máquina antigua se utiliza para aplicaciones especiales, la nueva está destinada a ofrecer máxima productividad y flexibilidad. De esto se ocupan once ejes, unos «husillos flotantes» que permiten cepillar con el menor arranque de virutas posible y un grupo aserrador con el que se pueden fabricar varias piezas de trabajo en una pasada. El resultado convence: Prader realiza buenos negocios. Y también la calidad entusiasma al amante de la madera: «Con la tecnología de Weinig obtenemos cuatro superficies de una calidad tan buena que nuestro escáner detecta mucho más defectos que antes», comenta Peter Prader. Su opinión sobre la línea de cepillado hecha a medida: «Nuestra fabricación es mucho mejor, considerablemente más productiva y, gracias a la flexibilidad obtenida, hemos podido abrir nuevos mercados».

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Unida con la naturaleza: la empresa Prader en el valle de Funes